Siempre me hace mucha ilusión fabricar un encargo personalizado, pero disfruto especialmente cuando sé que el encargo en sí va a viajar unos kilómetros y es para alguien que no conozco. Es algo un poco infantil, al final un poco como escribir una carta a un desconocido. ¿Le gustará? ¿Estará a la altura de sus expectativas? ¿Le parecerá útil-bonito? ¿Lo examinará mucho, creerá que está bien cosido, o me pondrá a parir? Por suerte (y siento no tener abuela) estas preguntas siempre tienen respuestas que me hacen muy feliz.
Esta vez tenía un encargo un tanto especial, ya que la persona que me lo pidió me dio toda la libertad para crearlo, y eso sí que hizo que me devanara los sesos a base de bien. Que una cosa es que te pidan que tenga búhos por fuera y flores por dentro, y otra que te digan aquello tan comprometedor de "hazlo como quieras". Jodeer, ¿como quiera?¿En serio, que haga el costurero como yo quiera? Una es un poco chochi y se bloquea.
Así que me ha costado un poco, pero bajo las premisas de que la destinataria del regalo hace un tiempo que ha empezado a coser y que podía tener un toque naïf, he fabricado este costurero viajero que pronto volará unos seiscientos kilómetros :)
Costurero cerrado |
Costurero abierto |
El costurero se abre (o cierra según queramos verlo) en tres partes. A la izquierda hay un bolsillo grande dividido en dos compartimentos, en la parte central un pequeño alfiletero y un útil bolsillito donde guardar el descosedor o la tiza de marcar y un gadget para guardar dos carretes de hilo con toda seguridad (se sujeta con un lazo). El compartimento de la derecha, algo más pequeño, sirve por ejemplo para guardar las tijeras de costura y así tenerlo todo recogidito.
Va todo acolchado para darle empaque y señorío. Y un par de fotillos más. :)
¡Espero que os haya gustado! Si queréis hacer un encargo para estas navidades, solamente tenéis que escribir a atelierdelamanola@gmail.com y lo hablamos. ;)